Todo empezó un 20 de junio de 1912 en la ciudad de La Plata. Tiempo antes, un grupo de judíos inmigrantes, habían desembarcado con sus familias en la ciudad y, con la idea de tener un espacio de fomento social y cultural crearon el Centro Literario y Biblioteca Max Nordau.
Poco a poco se fueron acercando más personas y el lugar quedó muy pequeño. La decisión fue instalarse en una antigua construcción ubicada en calle 58 entre 10 y 11. Allí se desarrollaron gran variedad de actividades artísticas y culturales, entre ellas: el teatro. Los elencos teatrales del Max fueron muy importantes y contaban con un grupo de artistas que se encargaban de montar las obras en iddish y, otro las llevaba a cabo en español. Esta actividad, que duró muchísimos años dentro de la institución, fue altamente aclamada en cada una de sus presentaciones.
Con el paso del tiempo, y con los socios del Max asentados definitivamente en la ciudad, cada vez más chicos invadían con alegría aquella casa. Fue en 1932 que se dio un hecho de muchísima trascendencia a nivel municipal; se creó, en las instalaciones de Max Nordau, el primer jardín de la ciudad de La Plata, “el Gan”. Este jardín era abierto a toda la comunidad platense y muchos chicos y chicas pasaron por sus salas. Unos meses más tarde también se funda “el Shule”, la Escuela Popular Israelita Max Nordau para chicos que concurrían al nivel primario escolar.
En 1947 un grupo de entusiastas crearon el Coro de la institución. El Coro CLIMN tuvo una trayectoria increíble y fue merecidamente aplaudido y galardonado durante sus 68 años de vida. Para entender la magnitud de este grupo, fueron los representantes del país en Israel, durante los festejos por los 3.000 años de Jerusalem.
Además, fue gracias a ellos, y a un impresionante concierto, que se decidió construir el Teatro Ópera. Por esta importante apuesta a futuro las puertas principales de la institución pasaron al lugar en el que se encuentran hoy en día.
Con el auge de las actividades culturales y artísticas que se desarrollaban en nuestro club, el deporte también jugó un rol preponderante. El básquet llevó a equipos masculinos y femeninos a representar, durante muchos años, a Max Nordau en variados campeonatos. Las distintas categorías resultaron ganadoras de varios torneos y, cada uno de los partidos era presenciado por una gran cantidad de pública que se reunía en la moderna cancha del club.
Luego de unos años se creó el Kinder Club: un espacio de educación no formal donde a partir del juego, los niños de la institución se relacionan con otros chicos de su edad. A los grupos los acompañan los Madrijim, quienes siguen trabajando para contribuir con la educación y la diversión de los Janijim. Cada sábado una temática y actividades diferentes reunían – y reúnen - a Madrijim y Janijim para pasar una tarde increíble.
Esta actividad tiene algo especial, lo se puede notar en que cada persona que pasó por el Kinder tiene un grupo de amigos, de esos que son para toda la vida.
En la década del 70 surge en el Max, la idea de bailar rikudim. El rikud es el folklore judío, y no podían faltar distintos conjuntos que representaran a la institución. Desde aquellos años a la actualidad, diferentes grupos participaron de incomparables festivales donde compartieron escenario con agrupaciones de todo el país.
En el Max se anudan sentidos identitarios en torno al lexema lucha, entendido como la lucha por los derechos humanos y por la justicia social, dentro de una ideología de izquierda arraigada en una profunda tradición judía. A partir de este compromiso histórico fuertemente asociado a la memoria y a la justicia, el club se fue cargando de estos valores, hasta llegar a ser parte fundamental de su identidad a partir del Golpe de Estado de 1976.
Durante este nefasto período, surge la Juventud Judía Independiente (JJI), un grupo organizado por la Juventud del Max Nordau en conjunto con otras instituciones platenses, con el fin de repudiar los hechos de antisemitismo, como cualquier otro hecho de violación a los derechos humanos.
El 26 de abril de 1983 la JJI decidió realizar un acto conmemorando el 40 aniversario del Levantamiento del Ghetto de Varsovia. Con esta decisión se marcó un hito dentro y fuera de la comunidad judía platense, pues fue con ese acontecimiento que se decidió llevar “puertas afuera” las banderas de libertad enarboladas por el grupo de jóvenes liderado por Mordejai Anielevich, y sin perder la especificidad, uniéndolas a otras banderas de lucha. Particularmente en Max Nordau “el acto del Ghetto” se transformó en un placentero desafío para la juventud, y en una cita obligada para un importante sector de la comunidad democrática platense.
Por otra parte, fue en 1982 cuando se realizaron las primeras Mini-olimpíadas en el Max. “Las mini” surgieron como una actividad organizada para un grupo del Kinder, y sin desearlo se convirtieron en la competencia institucional más esperadas. De esta actividad única participan Janijim que atraviesan los primeros años de su juventud, quienes viven un total de tres competencias interrumpidas entre sí por un período de tres años.
Durante tres semanas, los grupos rojo y blanco –por los colores de la institución- trabajan a partir de una temática dada por los organizadores de la competencia. “Las minis” tienen como objetivo que los chicos compartan con personas de distintas edades y comprendan valores como la convivencia, el trabajo en equipo y, también, que se lleven un crecimiento tanto a nivel personal como grupal.
A partir del año 2002, los chicos que concurrían al Shule empezaron a participar de los “Ben Gurión”, torneos de handball y atletismo que se realizaban en el “Club Hacoaj” de Tigre. Las competencias eran entren escuelas judías de todo el país y cabe destacar, que los chicos y chicas que representaron al Max volvieron por tres años consecutivos con el trofeo de primer lugar.
Es aquí donde dejamos de contarles, pero no es un adiós sino un sigamos construyendo